
Casa de las Alhajas, Fundación Obra Social y Monte de Piedad de Madrid, Madrid
Del 29 de enero al 26 de abril de 2015
COMISARIOS: Yolanda Romero y Francisco Baena
La Alhambra y el Centro José Guerrero de Granada recuerdan a José Guerrero (Granada, 1914-Barcelona, 1991) en el centenario de su nacimiento con la exposición The Presence of Black, 1950-1966, instalada en el Centro José Guerrero y en la Capilla del Palacio de Carlos V, que consta de más de un centenar de obras, muchas de ellas nunca vistas en España.
La Alhambra y Granada. Cien años para recordar a uno de sus artistas más importantes: el pintor José Guerrero (Granada, 1914-Barcelona 1991), con una exposición homenaje, The Presence of Black, 1950-1966, organizada por el Patronato de la Alhambra y Generalife y el Centro José Guerrero de la Diputación de Granada, que pone el broche de oro a los actos conmemorativos de este aniversario.
El consejero de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso; el presidente de la Diputación de Granada, Sebastián Pérez, y la presidenta de Acción Cultural Española, Teresa Lizaranzu, junto a numerosas personalidades relacionadas con el mundo de la cultura, como Sergi Aguilar, director de la Fundació Suñol de Barcelona y José Guirao, director general de la Fundación Obra Social y Monte de Piedad de Madrid, inauguraron esta muestra, que se exhibe en dos sedes, el Centro José Guerrero y la Capilla del Palacio de Carlos V, donde quedará instalada desde el viernes, día 17 de octubre, hasta el próximo 6 de enero de 2015.
The Presence of Black, 1950-1966 es la primera inmersión monográfica, en profundidad, en los años americanos del pintor, aquellos en los que José Guerrero se desprende del lenguaje figurativo precedente y los que más determinarán su camino y su propia voz plástica.
Comisariada por la directora del Centro José Guerrero, Yolanda Romero, y el coordinador de exposiciones de la institución granadina, Francisco Baena, la muestra cuenta con más de un centenar de obras, entre lienzos, grabados y dibujos y algunos «frescos portátiles» en los que Guerrero experimentó con materiales diversos, como parte de un proceso de investigación sobre la relación entre pintura y arquitectura. Algunas de estas obras se exponen por primera vez en España; proceden de distintas colecciones privadas y de museos españoles y americanos, y del conjunto forman parte también obras pertenecientes a los fondos de la Colección del Centro José Guerrero. Entre las entidades prestadoras se encuentran Patrimonio Nacional, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Museo Patio Herreriano de Valladolid, Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, Instituto de Crédito Oficial, The Guggenheim Museum de Nueva York y Wrigth Museum of Art en Wisconsin (EEUU). Junto a la obra pictórica se exhibe un importante conjunto documental que incluye catálogos, fotografías, documentos y escritos de José Guerrero.
La exposición se inicia con las primeras incursiones del pintor en la abstracción a través de los grabados y los experimentales «frescos portátiles». Después, continúa con su posterior y plena integración en el expresionismo abstracto americano mediada la década, y finaliza en el momento del reencuentro con su memoria española y el regreso a su país de nacimiento en 1965.
The Presence of Black, 1950-1966 está dividida en cinco secciones. La primera, La abstracción biomórfica, se centra los primeros trabajos que José Guerrero realiza tras su llegada a Estados Unidos, en noviembre de 1949, en el Atelier 17, con los que además de aprender las técnicas del grabado el pintor ensaya otros lenguajes para llevar hasta sus últimas consecuencias su evolución hacia la abstracción.
En la titulada Pintura y arquitectura, una de las novedades de esta retrospectiva, se muestra a un Guerrero muralista que pretende integrar en la pintura los nuevos materiales que la industria de la construcción proporcionaba (uralita, ladrillos refractarios, bloques de cemento) y a los que denomina «frescos portátiles». La Capilla del Palacio de Carlos V acoge, entre el medio centenar de obras expuestas, un conjunto significativo de grabados y de estos paneles, que nunca antes se habían exhibido.
La sección De las bioformas al gesto la componen obras realizadas por Guerrero desde los inicios de los años 50 hasta mediada la década, entre ellas grandes lienzos como Black Cries, pintado con motivo del nacimiento de su hija Lisa; Ocultos, Signos, Ascendentes, Black Followers y Signo, una estación intermedia o fase de transición dentro de la evolución de su obra.
En la cuarta sección, El expresionismo abstracto, aparecen obras en las que el pintor muestra signos claros de cambio, gracias al uso de colores provocativos sumados a formas dramáticas, en los que el negro ocupa un notable protagonismo que le permite trasladar al lienzo su mundo emocional.
La memoria revisada, en torno a 1962-1963, la componen obras consideradas como el prólogo de su vuelta a España en 1965, obras cuyos títulos están relacionados con la patria del pintor: Albaicín, La Chía, Sacromonte, Andalucía (Aparición). Los Guerrero residirán entre Frigiliana (Málaga), donde adquieren y remodelan un cortijo al que vuelven desde entonces todos los veranos; Cuenca, ciudad animada por el ambiente creado en torno al Museo de Arte Abstracto Español, y Madrid.
La figura de Federico García Lorca (Fuente Vaqueros, 1898-Alfacar, 1936) ocupa un lugar destacado dentro de este apartado. Con motivo del trigésimo aniversario de la muerte del poeta, José Guerrero realiza un viaje por Andalucía en 1965 y visita el barranco de Víznar, donde Lorca fue asesinado, durante el cual realiza numerosos dibujos recopilados en un cuaderno, que por primera vez puede contemplarse en esta muestra en las salas del Centro José Guerrero. Además, fruto de aquel intenso reencuentro, pinta en el año 1966 La brecha de Víznar, una de sus obras más influyentes, y otras telas monumentales de evocaciones lorquianas que también pueden verse en The Presence of Black, 1950-1966 como A la muerte de Sánchez Mejías o Antojos negros con amarillos.
Las enseñanzas que Guerrero extrajo de La brecha de Víznar, escenario de un intenso psicodrama y laboratorio experimental, dan pie a una nueva etapa de su obra. La Alhambra también fue para José Guerrero motivo de inspiración, tal y como reconoció en múltiples ocasiones, especialmente en un motivo plástico que le acompañaría toda su vida: el arco, por su recurrencia decorativa y arquitectónica en la Alhambra. Su obra se vio también muy influida por el paisaje que rodea los Palacios Nazaríes: el Albaicín y el Sacromonte, temas habituales del artista.
Tras su paso por el Centro José Guerrero y la Alhambra, The Presence of Black,1950-1966 viajará a la Casa de las Alhajas gracias a la colaboración de la Fundación Obra Social y Monte de Piedad de Madrid, del 22 de enero al 26 de abril de 2015; y a la Fundació Suñol de Barcelona, del 7 de mayo al 5 de septiembre de 2015, entidad también colaboradora junto a la Sociedad Estatal de Acción Cultural Española (AC/E). (Fuente: nota de prensa del Centro José Guerrero)
Más información en
www.alhambra-patronato.es
www.centroguerrero.org
www.accioncultural.es
Próxima itinerancia: Fundació Suñol, Barcelona. Del 7 mayo al 5 septiembre de 2015